El segundo caso de Maisie Dobbs, una detective con intuición.
Nunca has conocido a nadie como ella.
Una sólida novela de misterio que atrapa desde la primera página y una historia conmovedora que revela los lados más oscuros de la Gran Guerra.
Londres, 1930. Desde que abrió una agencia de investigación privada en Londres, ha habido muchos cambios en la vida de Maisie Dobbs: tiene la oficina en Fitzroy Square, Billy Beale se ha convertido en su asistente y conduce un coche rojo.
Ha demostrado su valía como investigadora, e incluso se ha ganado el respeto del inspector Stratton de Scotland Yard, todo un logro para una mujer que pasó de sirvienta a detective.
En la primavera de 1930, Maisie recibe un encargo de Joseph Waite, un hombre rico hecho a sí mismo, para que encuentre a su hija, Charlotte, una heredera fugitiva. Lo que parece un caso sencillo, se vuelve más complejo cuando hallan el cuerpo sin vida de una amiga de Charlotte fallecida en extrañas circunstancias. Maisie tendrá que volver a hacer uso de su intuición para descubrir los entresijos de este caso.
OPINIÓN:
Una vez más me encuentro con la intuitiva detective privada Maisie Dobbs.
En esta segunda historia, han transcurrido seis meses desde los hechos finales de la novela anterior y, aunque se puede leer de forma independiente, conviene comenzar por el primer libro de la saga.
Un nuevo caso para nuestra detective y nuevos retos personales a los que enfrentarse, aún con el recuerdo reciente de la Gran Guerra.
¿Qué vamos a encontrar en esta novela? Año 1930, Maisie Dobbs recibe el encargo de encontrar a una joven desaparecida.
Dos asesinatos que se suceden en un corto periodo de tiempo y que parecen estar relacionados con la desaparecida.
Misterio, sentimientos, investigaciones que se entrecruzan y el miedo a perder el prestigio que con tanto esfuerzo han ganado los personajes de la novela, envuelven esta historia en la que las secuelas de la guerra están aún muy presentes.
En esta obra, Jacqueline Winspear no solo trata el estrés postraumático, sino el tema de las adicciones tras las heridas de guerra y las consecuencias que trajo el desconocimiento de unos médicos que trabajaban con lo poco que tenían y en las situaciones extremas en las que se encontraban.
Una historia dura pero entretenida, que cautiva al lector desde el principio hasta el final.
Mensaje de la novela: La autora muestra tanto en esta obra como en la anterior, la importancia de la comunicación.
Es importante intentar entenderse con las personas a las que queremos para resolver algunos conflictos que parecen insalvables a priori.
También vemos esa crítica a la guerra y al daño que causa, no solo mientras dura el conflicto, sino las consecuencias posteriores.
Personajes: Aunque Maisie sigue siendo la protagonista de la historia y vamos viendo su evolución con respecto a la primera novela, esta nueva entrega nos ha permitido conocer un poco más a su carismático ayudante, Billy Beal.
La forma en que la autora va profundizando en los personajes, cómo va mostrando poco a poco sus capas, su personalidad y sus sentimientos, hace que el lector los pueda conocer y se haga una idea del conjunto, que aporta gran interés a la trama.
No son solo los sucesos de la novela los que la dotan de interés, sino que aquí se le da mucha importancia a la psicología y a los personajes, que forman una parte fundamental e imprescindible de la trama.
Se puede decir, por tanto, que los personajes están muy bien construidos, que resultan complejos, redondos y en constante cambio. Resultan bastante realistas a rasgos generales y muy creíbles.
Lo que más me ha gustado: Cómo se nota el trabajo de documentación que ha hecho la autora, tanto en esta novela como en la anterior.
Las dos tramas que se van enredando hasta convertirse en una sola.
La continuidad que hay en las dos historias, rescatando personajes y recordándonos brevemente quiénes eran.
La evolución de Maisie, que se va conociendo más a sí misma y aceptando su nueva realidad.
Que hayamos podido conocer mejor a otros personajes secundarios, que resultan bastante interesantes.
La forma delicada pero directa en que se tratan temas que aún siguen siendo tabú en la sociedad.
Lo que menos me ha gustado: Los puntos en los que la trama se me hacía un poco lenta.
El fallido intento de mantener la tensión cuan Maisie ya sabe lo que sucede, pero no lo cuenta. Al menos en mi caso, no logra el efecto deseado.
La reiteración y las vueltas que Maisie es capaz de dar a un mismo asunto y que va repitiendo en distintos momentos de la novela sin darle cierre.