Mi nombre
es Alison Oropeza. Nací en 1993, en México, así que en el momento en que lees
entra entrevista tengo 29 años. Soy una escritora mexicana con casi 22 libros autopublicados.
Mis lectores me describen como “la descendiente espiritual de George R. R.
Martin, pero con alma de cachorrito”.
La
escritura se cruzó en mi camino a lo largo de mi infancia, hasta que a los 12
años me convertí en escritora de clóset, porque tenía mucho miedo de hablar de
lo que hacía. Me convertí en esa chica que andaba de un lado a otro con la
libreta en sus manos, escribiendo historias. Sin embargo, fue hasta los 16 años
que me propuse a pulir este talento, publicando mis historias en Facebook para
pedir retroalimentación. A los 18 tomé la decisión de entregarme en cuerpo y
alma a la escritura y a mis novelas. Tenía dos objetivos en mente al terminar
la preparatoria: ser escritora y vivir de mis libros. Hoy por hoy estoy
viviendo el sueño de toda mi vida, dedicándome completamente a la escritura. Me
dedico a cualquier género que se me antoje escribir.
Escribo de
todo: romance, terror, thriller psicológico, fantasía épica y oscura, ciencia
ficción, y recientemente he encontrado un nicho en la literatura LGBTTTIQA+.
También estoy considerando la idea de lanzarme a la poesía y tengo planes para
publicar una colección de cuentos infantiles. También he participado dos veces
en el Premio Literario de Amazon, pero no gané. Mis letras aparecen en dos
antologías disponibles en Amazon. Una de relatos eróticos llamada
"Lectolagnia", donde aparezco con "De infiernos y
pecadoras". La otra es una antología de fantasía prehispánica, donde está
mi relato "La pluma de Cihuacoatl". Durante el último año he
colaborado en festivales culturales de la mano de Editorial Alebrijez (México) y
el círculo de lectura Letra x Letra. Así mismo, he formado parte de la Feria
Literaria del Orgullo (FELIOR).
Actualmente
me dedico también a crear contenido para escritores en Twitter, y a veces en
TikTok. Soy fiel creyente de que cualquiera que tenga la intención de escribir
puede llegar muy lejos cuando se lo propone, así que yo me encargo de darte los
ánimos que necesites siempre que pienses que tienes que renunciar.
ENTREVISTA:
Hola, Alison. Lo primero que quiero hacer, antes de comenzar con las preguntas, es agradecerte tu tiempo y que nos permitas conocerte un poco mejor.
¡Hola! Estoy encantada de conocerte y te agradezco muchísimo este espacio. Suelo expresarme mejor por escrito, lo que significa que no sé cuándo parar, así que espero que pasemos un buen rato y que mis respuestas les saquen al menos unas risas.
Además de escritora, eres editora y amante de los libros en general. ¿De qué forma ha influido tu faceta de lectora en tu faceta de autora? ¿Qué libro fue el que te hizo pensar “Ahora me toca a mí ser escritora”?
Pues mira, ¿por dónde empezar? Creo que tendría que contarte primero que en realidad a mí nunca me inculcaron el hábito de la lectura. Mi madre solía comprar estos libros de menos de cien páginas que tenían leyendas de terror y cosas así, pero siempre decía que los libros son un lujo muy caro. Y tengo un recuerdo muy sólido del primer libro que leí conscientemente, que fue la versión de Disney de “La Bella y la Bestia”. Era un libro pequeñito, con la cubierta de un cartón muy duro. Y esa conexión con la lectura y la escritura, a decir verdad, no creo que existiera al principio.
Aprendí a leer, según me contó mi madre alguna vez, antes de entrar a la escuela. Y cuando cumplí seis años y entré a la primaria, ya leía como decimos en México “de corrido”, pero también muy rápido. Me devoro los libros. Te juro que me das uno de cuatrocientas páginas y te lo termino ese mismo día e incluso te lo puedo recitar letra por letra, te puedo contar la historia y te puedo incluso responder preguntas sobre la trama, pero en realidad no fue por eso que yo empecé a escribir.
Empecé a los doce años, cuando entré a la secundaria. De pequeña me la pasaba jugando con mis muñecas a historias donde salvaban el mundo, tenían poderes y cosas así. Incluso escribía sus nombres en un papelito y se los metía en la ropa para no olvidarlo. Creo que lo que influyó más en mi carrera como escritora fue el hecho de que, como crecí sola y sin alguien con quién jugar, mi imaginación estalló y empezó a desarrollarse con mucha fuerza desde muy pequeña. Pero cuando crecí y entré a la secundaria, ya me sentía muy mayor para jugar. Tenía doce, te digo. Era una niña, pero en ese momento ya me sentía como adulta. Y no podía dejar de imaginar esas historias, te lo juro. Las tenía bien presentes en mi cabeza y eran mi mecanismo de escape cuando me sentía sola, porque esos personajes me hacían sentir que nunca lo estaba. Así que empecé a escribirlas, pero con muchísimo miedo.
Fui escritora de clóset durante tres años, porque no quería contarle a nadie lo que hacía cuando me tocaban mis dos horas de internet en las tardes. De hecho, tengo una anécdota. La computadora en casa de mi abuela, donde crecí, estaba justo en frente del comedor. Y siempre que alguien pasaba atrás de mí y me preguntaba “¿Qué haces?”, yo cerraba el documento sin guardar, me quedaba viendo el escritorio (ese de la colina verde de Windows XP) y decía “nada”. Creo que en ese momento hubiera sido más fácil explicar que estaba viendo porno, que decir que estaba escribiendo una novela.
Lo hice así, sin ninguna influencia de otro autor, hasta los catorce que me obsesioné muchísimo con “Las Crónicas de Narnia”. No tienes una idea de lo enajenada que estaba con eso, que incluso soñaba con aprender tiro con arco porque quería ser como Susan. Pero esto fue antes de leer los libros, cuando vi la película de “El Príncipe Caspian”. Después de esto, mi madre me llevaba a comprar los libros a Walmart porque costaban $100 pesos mexicanos cada uno, o me parece que un poco menos. Te estoy hablando de que esto fue por el 2007. Así que los empecé a leer y no sé de qué manera explicarte lo hechizada que quedé por las letras de C. S. Lewis, a quien actualmente siento que le debo todo.
Algo cambió dentro de mí en ese momento. Ya había leído me parece que dos o tres libros de Harry Potter para esas alturas de mi vida, pero entre Hogwarts y Narnia, yo quería ir a Narnia. Te juro que me sabía los mapas de memoria, incluso. Pero yo no toleraba ese final, ¡yo necesitaba saber más! Pero claro, ¿de dónde va a sacar dinero una niña de catorce años para comprarse libros? Yo sólo tenía dos horas de internet al día, pero te estoy hablando de una época en la que yo no sabía que los podía encontrar ahí. Al menos para mí, era muy diferente a como es ahora. Así que no podía leerlos y, por lo tanto, sólo me quedó una cosa: imaginarlos.
Basándome nada más en el título y en los que ya tenía, me imaginaba de qué podía tratar cada uno y así empecé a escribir, aunque ahora sé que se les llama fanfics. En ese tiempo no sabía absolutamente nada y simplemente lo hice por la ilusión de saber qué podía pasar después.
Pasé así unos meses, escribiendo sobre Narnia, y entonces fue que llegué a ese momento: “Ahora me toca a mí ser escritora”.
Yo tenía un reproductor de MP3 de estos baratitos de los 2000, que les cabían como cien canciones nada más. Y el mío leía documentos .txt. Así que un día desperté después de haber soñado algo que ya no recuerdo, pero sí te puedo decir todavía la frase con la que desperté: “La Bruja Blanca toma la espada. La Bruja Blanca ha matado al Sumo Monarca”. Así que la escribí en el bloc de notas, la pasé a mi MP3 y te juro que la leía a cada momento, porque en mi cabeza no estaba hablando de Jadis ni de Peter, sino de algo más. Algo que solamente tenía forma en mi mente. Y me atreví. Empecé a escribir sobre un reino que era vecino de Narnia, donde no había un león sino un lobo llamado Aslan. Pero luego ese lobo cambió de nombre muchas veces y poco a poco, ese reino vecino se fue alejando más y más.
Fue así como creé a Astaria, mi primer reino de fantasía y mi segundo hogar. Mi trilogía “Los Cuentos de Astaria” es el producto de la influencia tan fuerte, mística y mágica que tuvieron las letras de C. S. Lewis en mí. Y ese fue el momento en que me di cuenta de que yo también era escritora.
Actualmente, mi pasión por la lectura me permite mejorar muchísimo en mi escritora, porque me tomo como reto producir en mis lectores lo mismo que mis autores favoritos producen en mí. Y aunque mi objetivo en este momento es generar un efecto similar al que me provoca John Katzenbach, te juro que le estaré eternamente agradecida a C. S. Lewis por haberme ayudado a encontrar mi razón para vivir a través de sus letras. Gracias a él es que amo la literatura.
Con la entrevista de este mes, cruzamos el charco hasta México. La Literatura tiene esa magia, que nos permite leer a autores de cualquier parte del mundo y sentirles muy cerca. ¿Qué supone para ti, como autora, saber que hay personas que te leen desde diferentes lugares? ¿Es emocionante o tienes cierta sensación de vértigo?
Yo creo que son ambas, la verdad.
Sí llegué a soñar algún día con tener largas filas en una firma de libros, que los tradujeran y llegaran a países que no conozco e incluso que eso me permitiera salir de mi país para conocer a mis lectores. Pero claro, esto lo imaginaba cuando yo pensaba que el único camino era a través de la publicación tradicional.
Cuando estaba en Wattpad y empecé a crear a mi comunidad de lectores, me llevé una sorpresa tremenda porque yo asumía que sólo podían ser de México. Y de repente en los comentarios me estaban preguntando a qué me refería con palabras que usamos aquí en México pero no en España, por ejemplo. Recuerdo que incluso una vez puse “panqueques” y de repente empezaron a salir personas de otros países diciendo que jamás en la vida habían usado esa palabra. Saber que me leían tantas personas de Latinoamérica me hizo sentir una alegría que te juro que no puedo explicar. Y cuando empecé a ir a ferias del libro aquí en mi país (por mi cuenta, yo iba por ejemplo a la de mi ciudad y decía que nos viéramos en tal parte a tal hora para conocernos, pero no llevaba libros propios ni nada), nunca faltaba el comentario o el mensaje de “¿cuándo vienes a Buenos Aires?”, “¿cuándo vienes a Barcelona?”, “¿cuándo vienes a Bogotá?”, ¿cuándo vienes a Madrid?” Y yo no cabía en mí de felicidad, porque me hubiera encantado ir a cada una de esas ciudades. Tal vez aquí en México nunca logré mi cometido, porque son contadas las veces que conocí lectores mexicanos y que me reconocieron en las ferias, pero estaba segura de que había ciudades donde claro que se podía hacer porque incluso había fotos donde mis chicos, mis lectores más aguerridos que poco a poco se fueron convirtiendo en mis amigos, ¡se iban conociendo en persona!
Actualmente veo que la mayor parte de las ventas y lecturas de mis libros se dan en España o en Estados Unidos, y me dan unas ganas tremendas de llorar porque me parece maravilloso que se haya cumplido. No hubo una fila enorme la primera vez que tuve una firma de libros en mi ciudad, pero sí hubo personas maravillosas que estuvieron ahí durante el lanzamiento de “Junio 18”, esperando la novela desde el resto de LATAM y apoyándola incluso hasta la fecha.
Creo que no hay nada más bello y nada que te inspire tanto a seguir adelante, que darte cuenta de que tus letras están impactando a las personas. Esa es la mayor retribución que he recibido en todos estos años y por siempre les estaré eternamente agradecida.
Eres autora de ficción, aunque has decidido probar con diferentes subgéneros. ¿En cuál de ellos te sientes más cómoda?
Es un poquito difícil responder esto, la verdad. Hace poco sané mi relación con la fantasía y, en lugar de acomplejarme, reconocí que me encanta escribirla e incluso tengo planeada una saga enorme a partir de “La leyenda de Ashtár”. El terror también me hace sentir muy cómoda porque es lo que más consumo en todos los sentidos que se te puedan ocurrir, pero… Desde “Junio 18”, que es drama y romance LGBT+, mi vida ha cambiado muchísimo y siempre que escribo ese género me siento en paz, tranquila, feliz… Es como cuando voy de visita a Astaria, cuando abro esos libros otra vez. Así que diría que me quedo entre el terror, la fantasía y el drama de telenovela. No puedo elegir uno.
Para un autor, la recepción del público es muy importante. La llegada de las primeras reseñas, ver la novela en los escaparates de las librerías… ¿Cómo fue esa primera reseña? ¿Qué sentiste al saber que gente desconocida leía y apreciaba tus palabras?
Te voy a ser bien sincera 😂
No recuerdo cuál fue la primera reseña que recibí.
Empecé a autopublicar en el 2013, pero no lo planeé. De hecho, yo entré a la autopublicación porque estaba haciendo un berrinche después de mi primer rechazo editorial. Acababa de enviar mi segunda novela a un certamen de novela romántica y tenía la esperanza de ganar, pero al mismo tiempo había dentro de mí la certeza de que no lo haría. Y mientras esperaba el resultado del certamen, recibí el rechazo. Durante estos meses también pasé por mi primera casi-estafa con la coedición (versión abreviada: la editorial me maltrató diciéndome que, si yo no les pagaba lo que me parece que era el equivalente a $15,000 pesos mexicanos, nunca nadie publicaría mis libros y me dijeron que ellos eran mi única oportunidad de publicar). Estaba muy dolida porque también mis amigos me destrozaron con críticas del primer libro de “Los Cuentos de Astaria”, que además era mi primera novela oficial en la vida y ahora me parece que tenían toda la razón, ¡incluso la editorial que me rechazó! Pero claro, en ese momento me dolió mucho y me sentía muy mal.
Así que me puse a investigar y vi que existía Kindle. No creas que lo pensé tanto, ¿eh? Yo no soy de pensar, sino de actuar “en caliente” como decimos aquí en México. Simplemente vi de lo que se trataba y pensé “Ok, si no quedo en el certamen, me voy a la autopublicación”.
Efectivamente, perdí el certamen. Y me enojé tanto, que por eso entré. ¡Estaba muy verde, lo sé! Tenía 19 años, imagínate. Soy malísima para las fechas, pero estaba aproximadamente… creo que terminando el tercer semestre en la universidad. Así que simplemente lo publiqué así, a lo bruto. No lo corregí, apenas estaba aprendiendo a editar, no sabía hacer portadas ni nada. Simplemente lo hice y ya. Y no se vendió, así que no hubo ninguna reseña. Pero fui terca como mula y publiqué las tres novelas que ya tenía. Y de verdad, no recuerdo cuando recibí yo misma, conscientemente, la primera reseña de ninguna de esas. Ahorita están ahí en Amazon y tienen reseñas, pero no de las primeras versiones que ya no están en internet, sino de las ediciones más producidas que publiqué como por el 2015.
Lo que sí te puedo contar es de cuando llegó la primera reseña del primer libro en el que de verdad puse todo mi empeño: “Junio 18”.
La campaña de publicidad duró ocho meses: dos mientras el libro terminaba y seis de pura publicidad mientras lo corregía. Tenía su propio Instagram (pero tiene shadowban y ya no tuvo remedio), una comunidad maravillosa que estaba esperando el primer libro con ilusión… Lo que se generó con este libro fue tal que apareció recomendado en varios lados. Entre ellos, un podcast donde fue la primera vez que alguien me dijo que la portada era muy bonita, aunque yo ya llevaba tiempo trabajando con Sofía Andrijciw (mi ilustradora, @_andrijciw en Instagram). Incluso lo busqué, aquí se los dejo: https://open.spotify.com/episode/43zAeE32P3Xtu76SBiLtv5, minuto 10:02.
Te juro que este libro tuvo tanto amor, tanto trabajo, tanto de TODO de lo que nunca había hecho antes, que cuando vi la primera reseña terminé llorando. Incluso mientras te escribo esto se me llenaron los ojos de lágrimas, porque te juro que estoy tremendamente agradecida porque gracias a todo el apoyo que “Junio 18” recibió, mi vida cambió para siempre. Aquí te la dejo también:
Esa reseña lo cambió todo para mí, porque fue entonces que entendí que no se trata solamente de publicar el libro y ya, sino de trabajarlo día con día porque la retribución, el saber que a los lectores les gusta y que fue un trabajo bien hecho, es lo único capaz de impulsarte a seguir adelante. Es una de las tantas lecciones de vida que “Junio 18” me enseñó.
Aparte de escritora, también eres tarotista y practicas la wicca (magia blanca, para aquellos que no entiendan del tema). ¿Cómo influye esto en tus historias? ¿Empleas parte de tus conocimientos en tus historias de fantasía?
En efecto, y para responder a esta pregunta voy a tomar un poco de lo que te conté en la anterior.
Como tal, creo que solamente he aplicado mis conocimientos al respecto en “La leyenda de Ashtár” por el sistema de la magia de las Hijas de la Noche y las Hijas del Sol, así como mucho sobre la magia y las energías de los cuarzos está plasmado en la “magia profana” que usan los Hijos de Inrhala en el segundo libro, aunque también esta parte de los cuarzos la utilicé para crear el medallón de Dakota en “Los cuentos de Astaria”.
También en diciembre publico la primera parte de “Book of Shadows” que fue la razón por la que entré de lleno a la wicca luego de unos años empapándome del tema, aunque no se trata de eso como tal. Aparece una bruja wiccana, pero en realidad trata sobre un culto que tomó elementos de la wicca y de la religión católica. También tengo muchas ganas de escribir una saga que sí trate de la wicca como tal, porque me inspiré muchísimo a través de la rede (el credo wicca) y de la película “Maleficio”.
Sin embargo…
Creo que más que influir en mi escritura, influye en mí como escritora para darme fuerzas para seguir adelante y alcanzar mis sueños. ¿Has escuchado sobre la ley de la atracción y la manifestación? Siento que “Junio 18” es lo que es para mí por la cantidad de energía que puse en el proyecto y que por eso se dio lo que tanto deseaba. Y con “Noviembre 19”, la segunda parte, fue igual. Pero con la tercera parte, “2 de Febrero”, como ya estaba empapada con el tema, empecé a probar y me di cuenta de que la wicca, más que la magia en sí, me daba mucha fuerza como creyente de esa religión. Yo creo en la wicca y en la espiritualidad, así que siento que, más que influir en mis historias y usar sus elementos, mi fe influye en mí para darme la fuerza para luchar por mis sueños hasta cumplirlos.
También siento que al practicar la wicca y la espiritualidad, mi intuición se ha desarrollado muchísimo y por eso te estoy contestando esto hoy y no mañana, por eso te he hablado tanto de “Junio 18”, por eso en las siguientes respuestas lo sigo haciendo. Porque me lo dice mi guía espiritual y mi intuición. No existen las casualidades, ¿sabes? Tú y yo teníamos que estar en este momento y en este lugar, aunque sea a distancia.
Hay veces en que los autores no pueden evitar dejar una parte de ellos mismos dentro de sus obras. ¿Podemos conocer algo de ti en tus novelas? ¿Has construido algún personaje basándote en tus vivencias personales?
Sí, totalmente. Olivia Navarro, la protagonista de “Junio 18”, soy yo. Está hecha a mi imagen, o a la de la persona que yo era en el 2017 cuando Olivia nació. Una amiga alguna vez describió a Olivia como mi “pocket list”, porque ella es todo lo que yo quiero ser algún día. Es una escritora y guionista famosa, pionera de la nueva ola del cine mexicano y dueña de su propia editorial: “Ediciones Navarro”.
A través de Olivia no sólo me he representado dentro de la historia, sino que también pude contar parte de quién es la mujer detrás de las novelas. No es una novela autobiográfica, sino que tiene 10% de verdad y 90% de drama para darle sabor. Hay muchas situaciones que marcaron mi vida, disfrazadas a través de personajes que probablemente las personas de la vida real nunca van a reconocer.
Mira, te la presento. La chica de la camiseta rosa es Olivia y la otra es su novia Jazmín. Este es un fanart hecho por mi amiga Nita (@draws_nita en Instagram):
Para acabar, me gustaría que nos hablases un poco acerca de tus novelas. ¿Por dónde debemos empezar a leerte? ¿Qué vamos a disfrutar más dependiendo del género que más nos guste leer?
Este es un excelente momento para escribir cada idea que me salga hasta por las orejas, porque tengo algo para cada persona.
Para los amantes de la fantasía oscura está “La leyenda de Ashtár”, que nos cuenta la historia del asesinato de la familia real del imperio donde sólo quedó una sobreviviente que nadie en Ashtár sabe que está viva, hasta que la aldea de Hellwelm es atacada por las brujas y la princesa cae en manos de Myka Hija de la Noche, una bruja que le ayudará a liberarse del embrujo que mantiene sellada su sangre real. Sin embargo, la princesa Kaelin debe pagar un alto precio: convertirse en una Hija de la Noche, una bruja oscura, a cambio de romper el maleficio que la mantiene protegida.
Los primeros dos libros están ya en Kindle y el tercero sale el próximo año, el cual pone fin a la historia de Kaelin, pero este universo todavía tiene muchísimo por contar. Y no se preocupen por el hecho de que sea una saga. Soy team autopublicación, así que ninguno de mis libros se cancelará a no ser que se acabe el mundo o me corten el internet.
Si te gusta más el terror, la fantasía urbana y al mismo tiempo eres medio friki como yo, te recomiendo mi saga “Realm of Mystery”. No puedo hacer esto sin dar spoiler porque ya van cuatro de cinco libros, así que este resumen será muy cortito. Al cumplir los diecisiete años, Akira Matsuda descubre que puede ver, sentir y escuchar a los fantasmas. Su destino queda marcado al conocer a la enigmática Kara Yobanashi, quien guarda un oscuro secreto: ella es una Yokai.
Esta saga fue mi manera de expresar lo mucho que amo el terror asiático, así que en cada libro encontrarás a las leyendas urbanas más aterradoras de Japón. El quinto y último libro saldrá el próximo año también.
Si eres más de sci-fi, te recomiendo mi saga “El diario de Simone Mechnik”. Aquí también tengo que resumirlo un poco más, porque la saga ya casi está completa. Trata de un mundo destruido por la radiación que quedó luego de los impactos nucleares de la Tercera Guerra Mundial. Los humanos sobrevivientes intentaron rehacer sus vidas, hasta que sus cuerpos aprendieron a canalizar la radiación para que la especie evolucionara, dando origen a una nueva raza de humanos superdotados: los Infrahumanos. Simone es una de ellos, que a través de su diario nos cuenta cómo fue que conoció los errores de la guerra entre los cinco clanes que se disputaban el control absoluto de la tierra: los Triskel, los Elven, los Wuivre, los Arwen y los Ailm.
Es el universo al que más le tengo cariño, ya que Simone llegó a mi vida cuando estaba pensando en renunciar a la escritura, así que actualmente la llevo bien cerca de mi corazón con mi collar del triskel que me regaló una lectora en Guadalajara.
En cuanto al romance, tengo algo perfecto para quienes prefieren algo más tradicional y hetero: la saga “Recuérdame”. Ya está terminada y son cuatro libros. Los tres primeros nos cuentan la historia de Apoline, una chica originaria de un pueblito francés donde conoció al seductor Jacques Montalbán, el hijo del médico del pueblo. Luego de crecer juntos, Jacques es obligado a mudarse a París para estudiar la carrera de medicina y pasan cinco años sin verse y sin hablar. Así que Apoline decide ir a París cuando se le presenta la oportunidad y así descubre la verdad: Jacques perdió la memoria en un accidente. Ahora Apoline debe decidir entre luchar por lo que tenían y por las promesas que hicieron, o dejarlo ser feliz con su nueva prometida: Etoile d’la Croix.
En este caso, la verdad es que yo prefiero que empecen a leer desde la precuela, “Perdóname”, porque hay una diferencia de unos siete u ocho años entre esa y la trilogía original (“Recuérdame”, “Ámame” y “Bésame”) en cuestiones de la calidad de mi escritura. De todos modos, está en mis planes reescribir esta historia para ajustarla a la ficción LGBT+ que escribo actualmente.
En cambio, si eres más de romance LGBT+, recomiendo encarecidamente la saga de “Junio 18”. Sé que ya hablé mucho de esta historia, así que trataré de no sonar repetitiva. Esta historia empieza con Jazmín y Olivia, quienes se conocen durante la fiesta de cumpleaños de Romina Bianchini. Al descubrir que se sienten atraídas una por la otra, Jaz y Oli inician un tórrido y tóxico romance de preparatoria. Ahora han pasado diecinueve años desde que todo terminó, pero un like en Instagram vuelve a cruzar sus caminos. Las cosas han cambiado mucho, pues Olivia está comprometida y Jaz ahora es madre de dos hermosos hijos. Sin embargo, el corazón sabe lo que quiere y ahora tienen que luchar contra todo y contra todos para que por fin puedan estar juntas.
De esta historia se desprenden “Noviembre 19” que es la continuación directa de “Junio 18”, y una precuela llamada “2 de Febrero” que cuenta la historia del génesis del linaje de los Montemayor. Si te gusta el drama social, la recomiendo mucho. Estoy segurísima de que te va a encantar. Eso sí, está totalmente ambientada en México.
Por otra parte, el 2 de diciembre publico el primer libro de “Book of Shadows”, una saga de terror paranormal ambientada también en mi país. Todo gira alrededor de un culto en Guanajuato, liderado por un hombre que se hace llamar San Fermín. Jackie y Ana Lucía se conocen porque hicieron match en Tinder, sin saber que su sangre maldita será perseguida por los seguidores del culto que quieren que se haga justicia por lo que Carmen y Catalina hicieron hace casi treinta años.
Al ser el primer y único libro que tengo de esta saga, no puedo hablar sin dar spoiler, pero sale a la venta el 2 de diciembre y ya está en preventa en Kindle.
Estoy segura de que cualquiera de mis bebés será de su agrado, porque están hechos con todo mi amor para ustedes.
Muchas gracias de nuevo por tu tiempo, Alison, y por dejarnos conocerte un poco mejor, tanto a ti como a tu obra.
Muchísimas gracias a ti por el espacio y por tomarme en cuenta. Estoy encantada de que me permitieras compartir este espacio contigo. Y también muchísimas gracias a tu comunidad por leer hasta aquí.
Y, ahora que conocemos un poco mejor a Alison Oropeza y su obra, os dejo por aquí algunos enlaces para adquirir sus novelas o seguirla a través de sus redes sociales:
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