Vuelve el fascinante y romántico mundo de la saga best seller El descubrimiento de las brujas.
¿Cuál es el verdadero precio de convertirse en vampiro?
En el campo de batalla de la Revolución Americana, Matthew de Clermont conoce al joven cirujano Marcus MacNeil. Se trata de un momento de cambio y agitación política en el que parece que el mundo está a un paso de un futuro mejor. Y cuando Matthew le ofrece la oportunidad de ser inmortal y liberarse de las restricciones de su entorno, Marcus se lanza sin dudar a la posibilidad de convertirse en vampiro. Pero Matthew está haciendo mucho más que salvar su vida. Le está ofreciendo la oportunidad de vencer al tiempo.
Siglos despues, en el Londres actual, Marcus se enamora de Phoebe Taylor, una joven empleada de Sotheby's. Y cuando ella tambien decide seguir su corazón y convertirse en vampiro, la pareja descubre que los desafíos que esperan a los humanos que desean esta transformación no son menos formidables en el mundo moderno de lo que lo eran que en el siglo XVIII. Las sombras de las que Marcus creía haber escapado tanto tiempo atrás pueden regresar a perseguirlos... para siempre.
OPINIÓN:
Los amantes de la lectura me comprenderán cuando les diga la inmensa ilusión que me hizo poder comprar este libro, cuando pensé que no se llegaría a publicar en España.
Después de haber disfrutado de las novelas anteriores de la saga All Souls, poder reencontrarme con Diana y Matthew una vez más, ha sido una alegría.
Al ser esta una cuarta parte, la reseña puede contener spoilers de novelas anteriores.
¿Qué vamos a encontrar en esta novela? En esta ocasión, Deborah Harkness nos va a permitir conocer a otro de los miembros de la familia De Clermont en mayor profundidad: Marcus.
Esta historia transcurre poco después de los acontecimientos de El Libro de la Vida, y nos encontramos con la conversión de Phoebe (prometida de Marcus) en vampira, para así poder unirse de forma oficial a la familia De Clermont.
Mientras que Phoebe da sus primeros pasos como renacida, Marcus debe permanecer alejado de ella, conviviendo con Diana y Matthew, lo que nos permite no solo seguir los pasos de Diana y los bebés que ya van creciendo, sino tener la oportunidad de conocer el pasado de Marcus, que decide afrontarlo por fin.
Pasado y presente se entremezclan una vez más en esta novela que resulta fácil de leer y resulta amena, entretenida y enriquecedora.
La magia y la experiencia de los vampiros sigue presente en esta novela que explora la guerra de la independencia americana, así como la Revolución Francesa, y un presente en el que el pasado que se ha querido olvidar, no deja a sus protagonistas avanzar.
Amor, lealtad, traición y dolor inundan las páginas de esta novela llena de sentimientos y emociones, con un gran trabajo de documentación por parte de la autora.
Mensaje de la novela: La importancia de aceptar nuestro pasado para poder construir nuestro presente y futuro. Cómo solo aceptando quiénes somos y lo que hemos hecho, nos permite aprender de nuestros errores y evita que volvamos a cometerlos.
Personajes: En esta novela, Phoebe ha pasado de ser un personaje que me gustaba, a caerme realmente mal.
Al contrario de lo que me puede pasar con otros personajes, cuanto más conocía de ella, menos me gustaba.
Por el contrario, cuanto más he ido sabiendo de Marcus, más me ha gustado el personaje. Ya habíamos podido saber alguna pincelada sobre él en las novelas anteriores, pero ahora, Deborah Harkness nos ha mostrado su pasado, su esencia y su personalidad en todo su conjunto, convirtiéndole en un personaje interesante y con mayor profundidad y complejidad de la que habíamos podido ver en un principio.
Diana sigue siendo el único personaje que narra su parte de la historia en primera persona, y gracias a ella seguimos conectados a los personajes que ya habíamos visto en la trilogía anterior, además de apreciar lo que sucede con el crecimiento de Philip y Becca, los mellizos que tuvo con Matthew.
Como siempre, se puede afirmar que los personajes creados por Deborah Harkness son complejos y están muy bien construidos, además de que van evolucionando y madurando conforme avanza la trama, pero siempre manteniendo unas personalidades únicas y marcadas, además de una clara coherencia en sus actos.
Lo que más me ha gustado: La trama a rasgos generales, así como los personajes que la viven. Poder seguir sus pasos a lo largo del tiempo, ver cómo el pasado afecta su presente y cómo han ido evolucionando a lo largo de la saga.
Conocer en profundidad el pasado de Marcus, así como partes oscuras de Matthew (que forma parte importante en la vida de su hijo vampiro).
La oportunidad que se nos brinda de ver cómo era Philippe en acción, controlando a la familia De Clermont, ya que con Diana apenas pudimos verle, pues Matthew y ella solo permanecieron con él un corto periodo de tiempo en su viaje al pasado.
La forma en que Ysabeu va recuperando parte de su felicidad, aunque jamás olvida a su compañero.
Las partes narradas por Diana, que recuerdan la verdadera esencia de la saga All Souls.
Lo sencillo que resulta leer la historia, pues a pesar de ser histórica y estar muy bien documentada, resulta amena, entretenida y adictiva.
Lo que menos me ha gustado: Las partes de Phoebe. Se me hacían aburridas, cansinas y cada vez aborrecía más al personaje. He visto partes de ella que no eran muy coherentes con cómo se comportó en las otras novelas, pasando de ser uno de los personajes secundarios que más me gustaban a caerme peor que Baldwin.
La relación entre Phoebe y Marcus, que se ha construido demasiado rápido, ya desde las novelas anteriores.